Itinerario de viaje a China en 18 días: la ruta Avatar

Hacía justamente un año que Mireia volvió de un viaje por Bali cuando nos propusimos hacer esta aventura. Asia siempre ha sido un continente que nos ha fascinado, así que empezamos a preparar un viaje de aventura y mochila rompedor con lo que los dos habíamos visto antes… ¿Y qué mejor lugar que China para romper con los esquemas?

Así que un año más tarde, y con 23 años recién cumplidos, nos embarcamos en esta aventura que desde luego nos ha marcado para siempre. Ha sido un viaje culturalmente apasionante, donde hemos conocido mucha gente nueva y nos llevamos un recuerdo muy bonito para toda la vida; desde luego, ¡una gran aventura!

 

Trekking en las montañas de Zhangjiajie, China.

 

No obstante, antes de viajar a China se debe tener en cuenta que hay todavía existe una gran barrera idiomática y es difícil comunicarse fluidamente con ellos, pero a base de traductor y mímica al final uno se hace entender.

Otra de las cosas que nos ha impactado es la gran cantidad de turismo interno que hay en el país: nos hemos pasado días enteros sin ver ni un solo occidental. A demás, se debe cambiar de chip al llegar, ya que lo que para nosotros es lo más normal del mundo para ellos es lo más raro y sobretodo curioso (te harán 2 mil fotos durante el viaje).

Con lo único con lo que nos hemos quedado con ganar de visitar en este viaje es Guilin y Yangshuo, en el sur de China, y el motivo de este sacrificio es porqué decidimos ir a Zhangjiajie, las montañas de Avatar, y no disponíamos de más días para visitar el país. El parque de Zhangjiajie es único en el mundo y sólo tendríamos esta oportunidad de visitarlo (ya que es un tanto difícil llegar hasta aquí). Sin embargo, a la zona de arrozales de Guilin y Yangshuo es relativamente fácil de acceder desde Hong-Kong, y tenemos prevista otra ruta por el sur de China para más adelante, donde queremos visitar Hong-Kong, Macao, Shenzen, Guilin y Yangshuo.

Este artículo pretende ser una introducción a vuestro viaje a la China, proporcionando un posible itinerario e información de carácter general con consejos útiles. Sin embargo, para obtener información más detallada y específica sobre las ciudades que escojáis en vuestra ruta, como recomendaciones de hoteles, restaurantes y actividades, os sugerimos adquirir la guía Lonely Planet. Esta guía es conocida por ofrecer una gran cantidad de información precisa y útil para viajeros, y nosotros mismos la utilizamos en nuestros viajes.

 

Una herramienta esencial para los viajeros que desean explorar la vasta y diversa cultura, historia y paisajes de China. Con su exhaustiva cobertura y consejos prácticos, esta guía facilita la planificación y el disfrute de una experiencia memorable en este país fascinante.

¡Pues os dejamos aquí nuestro itinerario de viaje de 18 días por China y esperamos que os guste!

Itinerario del viaje:

  • Día 1: Barcelona - Pekín

  • Día 2: Pekín (Plaza Tiananmén, Ciudad Prohibida, Palacio de verano y Silk Market.)

  • Día 3: Pekín (Muralla China: tramo Mutianyu).

  • Día 4: Pekín (Templo del Cielo, Templo de los Lamas y Templo de Confucio). Tren nocturno a Xi’an.

  • Día 5: Xi’an (Guerreros de Terracota, Muralla de Xi’an y Barrio Musulmán).

  • Día 6: Chengdu (Vuelo Xi’an-Chengdu por la mañana. Por la tarde visita al museo Du Fu Thatched Cottage).

  • Día 7: Chengdu (Chengdu Panda Research Breeding Center, Templo de Wuhou y Jinli Street).

  • Día 8: Chengdu (Gran Buda de Leshan + Oriental Buda Park).

  • Día 9: Chengdu (Monte Qincheng y Wenshu Monastery+ tren a Chongqing).

  • Día 10: Chongqing (Por la mañana visita al barrio antiguo Ci Qi Kou. Por la tarde vuelo Chongqing-Dayong y traslado a Wulingyuan).

  • Día 11: Zhangjiajie National Forest Park (Yuanjiajie + Yangjiajie + Tianzi Mountains) y Baofeng Lake.

  • Día 12: Zhangjiajie National Forest Park (Golden Whip Stream + Yellow Stone Village).

  • Día 13: Zhangjiajie-Fenghuang (Por la mañana traslado a Fenghuang en bus local y por la tarde visita al casco antiguo de Fenghuang + espectáculo etnias Miao y Tujia).

  • Día 14: Fenghuang-Dayong-Shanghai.

  • Día 15: Shanghai (Zona moderna de Pudong: Torre de la Perla Oriental, Skyline, etc. Mercado Xinyang).

  • Día 16: Shanghai (Disneyland Shanghai).

  • Día 17: Shanghai (Zona tradicional de Shanghai: Jardines Yuyuan + Templo del Buda de Jade).

  • Día 18: Shanghai – Barcelona

El viaje, cómo siempre nos gusta hacer, lo podemos dividir en 3 grandes bloques centrales:

  • Bloque 1: Ruta Norte. De Pekín a Xi’an.

  • Bloque 2: Ruta Central: De Chengdu a Zhangjiajie.

  • Bloque 3: Ruta Sur: De Fenghuang a Shanghai.

Ruta Norte: de Pekín a Xi’an

Pekín

La llegada a Pekín nos impresionó, no os voy a engañar. Era la primera vez que Lluís pisaba Asia y, aunque Mireia ya tenía más experiencia en el continente Asiático, el caos, la inmensa contaminación y el hecho de ser los únicos occidentales que habían por la calle nos impresionó.

La siguiente sorpresa que nos impacto es que no mucha gente sabe hablar inglés, ni siquiera en el hotel donde nos alojamos en Pekín. Por suerte teníamos un traductor off-line, que funcionaba sin internet en nuestro móvil, donde nosotros hablábamos en inglés y les aparecía el mensaje en chino.

El siguiente reto fue encontrar un sitio para cambiar dinero. China no es el sudeste asiático, donde se puede cambiar dinero en cualquier rincón. Tuvimos que entrar en un banco oficial del estado y sentarnos en un mini despacho donde nos hicieron el cambio de moneda.

A partir de aquí ya todo fue viento en popa, con el traductor y dinero en mano ya nos podíamos mover bien por el país.

El primer día y, sin haber dormido pasando la noche en el avión, nos recorrimos la famosa plaza Tiananmén, la ciudad Prohibida, el palacio de verano y por la tarde visitamos el mercado de la seda, o Silk Market, famoso por ser el mercado de falsificaciones más grande del mundo, de la talla del MBK en Bangkok.

Por la noche descubrimos la zona de Shichahai y el parque de Beihai. Fue cómo encontrar un pequeño paraíso dentro del caos, después de un día tan duro como la llegada a China. Se trata de una zona de restaurantes familiares a la orilla del lago, donde se puede ir en barca y pasear disfrutando de una buena temperatura. Puedes adentrarte también a la zona de hutongs, barrios tradicionales chinos con pequeñas callejuelas y pequeños negocios locales.

El siguiente día fue uno de los platos fuertes del viaje. Ya habiendo descansado del anterior día que fue completamente agotador, fuimos a visitar la gran muralla China, una de las maravillas del mundo.

 

Muralla China, tramo Mutianyu.

 

Se pueden visitar distintos tramos de la muralla, pero nosotros optamos por uno de los menos concurridos, Mutianyu. Además, se puede bajar de la montaña con una vagoneta en tobogán, que se convirtió luego en un recuerdo inolvidable.

Llegar hasta allí por tu cuenta no es fácil, si quieres evitar contratar una excursión. Os explico en este post cómo llegar hasta Mutianyu.

Las primeras impresiones de la gran muralla china fueron espectaculares y pudimos disfrutar de un día perfecto recorriendo la muralla a nuestro aire. Lo que más impresionaba era saber que la muralla se extendía más de 20.000 km, una auténtica locura.

La parte más divertida del día fue, sin lugar a dudas, poder bajar la montaña con una vagoneta o tobogán hasta la base, donde cogeríamos un autobús para volver a Pekín.

Por la noche volvimos a la zona de Beihai Park y subimos a la estupa blanca que hay en el centro del parque y perdernos por los antiguos hutongs.

Tip viajero – Descubrimos por casualidad un restaurante super auténtico que no aparece ni en google maps. Se llama pizza hutong, lo podréis encontrar en la app maps.me.

El tercer día lo dedicamos a visitar el templo del cielo por la mañana y por la tarde decidimos visitar los tradicionales templos de los lamas y Confucio, donde pudimos observar a locales rezando y pidiendo deseos con incienso. Nos encanto esta parte cultural tradicional del país.

 

Templo del cielo, Pekín.

 

Tuvimos la suerte incluso de poder disfrutar de un espectáculo de danza tradicional china en el recinto del templo.

El siguiente destino ya era la estación de tren de Beijing donde cogeríamos un tren nocturno para viajar hasta Xi’an, la ciudad dónde se encuentran enterrados los guerreros de terracota.

Tip viajero – Si lleváis los trenes reservados con antelación, cómo fue nuestro caso, aseguraos que lleváis todos los documentos que os envían, porqué no os podréis comunicar con ellos en Inglés y tuvimos problemas para recoger los tickets comprados al no mostrar el documento correcto.

Xi’an

Al llegar a Xi’an dejamos las mochilas en nuestro hotel y fuimos directamente a visitar los guerreros de terracota con un autobús local de Xi’an. Nos impresionó lo intactos que se encuentran estos guerreros, que se hicieron para proteger a un emperador Chino en el más allá.

 

Guerreros de terracota, ejército del primer emperador Chino.

 

Hay un total de 3 galerías llenas de guerreros, unos en mejor estado que otros, y una parte de museo dónde se puede ver incluso carruajes tirados por caballos.

El complejo arqueológico es realmente impresionante y fue el motivo principal por el cual decidimos incluir Xi’an en nuestra ruta de 18 días por el país.

Además del complejo arqueológico de los guerreros de terracota también se puede visitar la muralla de Xi’an y barrio musulmán.

Tip viajero – En la muralla de Xi’an se pueden alquilar bicicletas o tándemes. Nosotros optamos por un tándem para recorrer la muralla, y fue una de las actividades más divertidas del día.

Ruta Central: De Chengdu a Zhangjiajie.

Chengdu

Al salir de Xi’an cogimos un avión para volar directamente a Chengdu. Es curioso porque habíamos cruzado prácticamente medio país y empezamos a ver rasgos físicos diferentes en la gente.

La primera impresión que tuvimos de Chengdu fue un poco decepcionante, porque nosotros nos esperábamos un pueblo o pequeña ciudad en el medio del bosque, ya que nosotros íbamos allí con el fin de ver pandas. Sin embargo, Chengdu es todo lo contrario, es una gran urbe asiática con rascacielos, grandes empresas y tiendas de lujo.

No obstante, lo que visitamos en la ciudad nos gustó. Por la tarde fuimos a ver el Du Fu Cottage, que resulta ser el lugar donde vivía un poeta y escritor Chino en la antigüedad, con unos jardines chinos tradicionales muy bonitos.

El motivo real por el que habíamos venido a Chengdu es porque tiene uno de los mejores centros de acogida de pandas que debido al cambio climático, desforestación y explotación natural han perdido el hogar y se encuentran gravemente en peligro de extinción.

Este centro no sólo se encarga del panda gigante, sino del panda rojo, originario de las montañas de Chengdu pero a punto de desaparecer para siempre del planeta, también.

El “giant panda research breeding centre” de Chengdu no es ni un zoo ni un safari. Es un centro de recuperación y reproducción de pandas, para evitar su extinción.

 

Visitando el Panda Research Breeding Centre en Chengdu.

 

Otro de los platos fuertes de Chengdu es el gran Buda de Leshan, que como su nombre indica se encuentra en la ciudad de Leshan. Llegar hasta allí por tu cuenta no es una tarea fácil, pues se encuentra a 2 horas de trayecto desde Chengdu y la barrera idiomática es un gran problema. Os explicamos en este post cómo llegar al gran Buda de Leshan.

Hay un autobús que viaja desde Chengdu a Leshan cada día, y desde Leshan ciudad pudimos subir a otro un autobús local hasta llegar al recinto. De hecho, conocimos a dos amigos de Barcelona en Leshan, con los que todavía seguimos en contacto.

El gran Buda de Leshan es el más grande del mundo, con una altura de 76 metros, ejecutando de guardián del río Min.

 

Gran Buda de Leshan, guardián del río Mín.

 

No obstante, nosotros descubrimos que el recinto tiene muchísimo más que ofrecer que el gran Buda. Hay una zona que se llama oriental Buda Park que os recomiendo 100% visitar, aunque es de pago. En todo ese recinto, prácticamente toda una montaña, no había casi turismo, y pudimos disfrutar de unas vistas espectaculares.

El siguiente día lo aprovechamos para visitar el Monte Qincheng, aunque hizo una gran tormenta y no pudimos seguir con la excursión y tuvimos que volver a Chengdu ciudad. El monte Qincheng es el lugar donde se inspiraron para hacer la película Kung Fu Panda, realmente espectacular.

Ese mismo día por la noche cogimos un tren para Chongqing, con el objetivo de volar para Zhangjiajie la siguiente mañana, pero nos cancelaron el vuelo de la mañana y nos recolocaron por la tarde-noche, así que aprovechamos el día para visitar la ciudad de Chongqing.

Chongqing

La verdad es que Chongqing no nos llamaba demasiado la atención, tampoco habíamos planificado el día con anterioridad, así que decidimos ir a visitar un antiguo barrio comercial que se llama Ci Qi Kou y nos gustó bastante.

Se trata de un pequeño barrio con callejuelas abarrotado de pequeños comercios locales, mercados, restaurantes. Aprovechamos la mañana para hacer unas compras y poder disfrutar de un ambiente muy local.

La mayoría de gente no había visto nunca una persona occidental, así que una vez más éramos el centro de todas las miradas y objetivos de cámara.

 

Chongqing, vistas desde el tren yendo hacía Ci Qi Kou.

 

Justo después de volver de Ci Qi Kou, fuimos directamente al aeropuerto para volar hacía Dayong, donde se encuentran las montañas de avatar (Zhangjiajie).

Zhangjiajie

Llegamos ya de noche al aeropuerto nacional Chino de Dayong, justo en el centro del país. Nos esperaba un conductor que nos recogería y nos llevaría a Wulingyuan, un pueblo perdido entre las montañas de avatar donde se encuentra la entrada para los montañistas. Explico en este post cómo visitar las montañas de Avatar en Zhangjiajie, China.

¡Eso sí que era un pueblecito tradicional Chino! Las primeras impresiones fueron espectaculares, mucho más bonito de lo que nos imaginábamos.

El primer día visitaríamos el Parque Nacional desde arriba, con un trekking de 8 horas, y el segundo día visitaríamos la base de las montañas, con un trekking de 6 horas aproximadamente.

La entrada al parque nacional ya era espectacular, y se podía divisar las primeras montañas entre la niebla. La verdad es que es el plato fuerte de este viaje y no defraudó.

Subimos a la cima con el Bailong Elevator, el ascensor al aire libre más largo del mundo, y al llegar arriba te encuentras una de las perlas de este parque nacional. Se trata de la montaña Hallelluyah, donde James Cameron se inspiró para hacer la película de Avatar.

Completamos el día haciendo un trekking de 8 horas, realmente agotador, pero valió la pena.

 

Tianzi Mountains en Zhangjiajie.

 

El trekking es un tanto duro, pero las vistas al llegar valen la pena. La caminata consiste en un recorrido de 8 horas dónde vas pasando por distintos escenarios y puedes disfrutar de vistas espectaculares, pero si realmente quieres gozar de las vistas te tienes que aventurar un poco más e incluso escalar un tramo de la montaña.

Se puede bajar con el mismo ascensor Bailong, con teleférico o andando, pero ya que seguramente sólo tendréis una oportunidad en la vida para disfrutar de este parque os sugiero que bajéis andando, que se disfruta más.

Una vez ya en la base, decidimos visitar el Baofeng Lake, un lago que se encuentra en el mismo pueblo de Wulingyuan y que recomendamos 100% visitarlo.

El siguiente día hicimos un trekking por la base, de unas 6 horas aproximadamente, para visitar el “Golden Whip Stream”, un pequeño río que atraviesa el parque nacional.

Ruta Sur: De Fenghuang a Shanghái.

Fenghuang

La siguiente mañana nos despertamos temprano y cogimos un autobús dirección Fenghuang.

Tip viajero: Os recomiendo comprar los billetes de autobús con anterioridad, pues el trayecto Wulingyuan – Fenghuang es muy concurrido y si lo reserváis el mismo día os podéis quedar sin tickets. Podéis comprar los tickets en la estación de autobuses de Wulingyuan.

El casco antiguo de Fenghuang está preservado en el tiempo y atrae a miles de turistas tanto nacionales como internacionales durante todo el año. Sólo el casco antiguo se preserva intacto, es importante saber que la ciudad ha crecido alrededor y no os vais a encontrar un pueblo en medio de las montañas como Wulingyuan.

 

Casco antiguo de Fenghuang.

 

Fenghuang nos gustó mucho, pudimos disfrutar de su vida local y también de un espectáculo de las etnias que viven en la zona, los Miao y Tujia.

Shanghái

El siguiente día por el mediodía volvimos a Dayong, y por la tarde cogimos un vuelo hacía Shanghái. Al final nuestro vuelo se retrasó por las condiciones medioambientales de la zona, así que llegamos al hotel en Shanghái a las 4 de la mañana. Pero bueno, ¡así es viajar!

Shanghái nos encantó, es la ciudad futurista por excelencia, así que imaginaos el contraste que tuvimos al llegar desde Dayong a Shanghái, la ciudad del futuro.

 
 

Le dedicamos un total de 3 días a Shanghái.

El primer día aprovechamos para visitar la zona moderna de Shanghái, Pudong. Ciudad totalmente futurista, lleno de rascacielos, tiendas de lujo, trenes de levitación magnética, etc.

Subimos incluso a la famosa torre de la perla oriental, la que tiene 2 cúpulas rosas.

El segundo día decidimos ir a Disneyland Shanghái. Ya habíamos estado antes al de París, y nos apetecía ver las diferencias. La verdad es que es mucho más moderno e innovador, pero el espíritu es el mismo.

Esta actividad es recomendable si disponéis de un día “extra” en Shanghái, ya que la ciudad se puede visitar en tan sólo 2 días. Si viajáis en familia también es una buena opción para terminar el viaje por el gigante asiático.

El tercer y último día en el país aprovechamos para visitar el lado tradicional de Shanghái, y hicimos una ruta a pie por los jardines Yuyuan y el templo del buda de Jade, hecho de la piedra preciosa verde llamada Jade.

Y aquí termina este viaje. Siguiente destino, ¡aeropuerto internacional de Shanghái para volar hacía Barcelona!